Introducción

Comenzamos por los niños, que son los que están aprendiendo a comer. A ellos les resultará muy fácil comer sano ya que no tienen adicciones a sabores artificiales y pueden disfrutar de los sabores naturales de los alimentos. Nosotros podemos aprovechar para hacer un cambio en nuestra alimentación mientras les servimos de ejemplo.

Los niños suelen comer bastante poca cantidad y se llenan muy rápido. Tenemos que tener en cuenta que por cada bocado que ingieren de un alimento vacío (alimento carente de nutrientes o con muy pocos), se están perdiendo de comer un bocado de un alimento rico en nutrientes y necesario para algún aspecto de su desarrollo.

Para que en las diferentes comidas del día lleguen a cubrir sus necesidades nutricionales, se podrían sustituir algunos alimentos innecesarios por una dieta variada y de alto contenido en nutrientes.

Algunos de los beneficios que da una alimentación sana son: prevenir enfermedades, prevenir la obesidad, elevar la capacidad atención y por lo tanto el rendimiento escolar, dar más energía a la hora de practicar deporte, etc.

Los adultos podemos comer más cantidad, entonces sería normal pensar: "Vale, me como los nutrientes que necesito y luego cualquier cosa que me apetezca". Lamentablemente no funcionamos así, los alimentos vacíos y tóxicos (más abajo veréis una lista), no solo no alimentan sino que perjudican mucho y, como si esto fuera poco, evitan que asimilamos los nutrientes de los alimentos buenos.

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